No hay regalo más valioso que el amor

Bajo el lema “No hay regalo más valioso que el amor”, el Hogar de Cristo realiza su campaña de Navidad, en un año que ha sido particularmente duro para las familias más vulnerables del país. A principio de este año, un terremoto y posterior tsunami destruyó los sueños de miles de trabajadores, mujeres, niños y adultos mayores de las comunas más pobres de Chile, quienes no sólo perdieron sus viviendas, sus escuelas y sus herramientas de trabajo, sino también la esperanza de una vida mejor. Cuando comenzábamos a recuperarnos de esta tragedia, la Encuesta Casen 2009 nos golpea con un aumento importante en las cifras de pobreza y desigualdad en el país.

En este tiempo, la humanidad celebra agradecida el gran regalo de Dios. El regalo de su Hijo que nace en suma pobreza, en el portal de Belén, en un gran gesto de amor de quien viene a salvar a todo el género humano. Lo más propio de Dios es el amor y como nos recuerda San Juan, Dios es amor y nos invita a amar como él nos ama, con un amor infinito, fiel, gratuito y compasivo. Por eso, entrar en la dinámica de amar al hermano es entrar en la dinámica divina, que es la actitud más noble y sublime del ser humano.

En un gesto sencillo y significativo queremos invitar a la familia chilena a reunirse a orar y contemplar el gran misterio de la Encarnación. Un Dios cercano que se hace hombre en Jesús y nace en suma pobreza, a la intemperie y nos evoca la vida de sufrimiento y privaciones que afecta a millones de personas, tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Fruto de este encuentro familiar de oración invitamos a participar en nuestra campaña “Amor por Correspondencia” que llama a elaborar un mensaje de esperanza y amor que quede plasmado en una carta o tarjeta confeccionada a mano, para ser regalada a los patroncitos del Hogar de Cristo. Queremos que las más de 61 mil personas acogidas por la Fundación de Arica a Punta Arenas puedan experimentar en esta Navidad el gozo de sentirse queridas, amadas, valoradas. Que alguien pensó y rezó por ellas. Para muchas, esta será una importante manifestación de ternura y el único regalo que reciban. A través de este gesto estaremos uniendo realidades distintas y sembrando amor.

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