Maule homenajeó a los históricos Atilio Herrera y Rubens Nicola

 

32 años transcurrieron para que retornasen a Talca los históricos futbolistas que brillaran en el Rangers´83, el argentino Atilio “tigre” Herrera y el brasilero Rubens Nicola Gagliardi.

Detrás de esa formación-base que conformaban Muñoz; Oñate, Herrera, Hernández y Ubilla; Acevedo, Solís y Pablo Prieto; González, Nicola y Espinoza y la mano pródiga del DT Orlando Aravena, fueron cientos los hinchas que quedaron  marcados con estas tremendas personas y carismáticos deportistas.

Su legado es imperecedero.

Varios particulares ligados a la institución, gestionaron la presencia de este grupo durante tres intensos días en que compartieron con el sufrido y leal hincha, estrechando la historia con el presente.

Un encuentro con la identidad y el sentido de pertenencia.

MAULE LOS RECIBIÓ

Fue el propio alcalde de Maule, Luis Vásquez Gálvez quien recibió a Atilio Herrera y Rubens Nicola en el predio del Club Deportivo Magallanes de la vecina comuna.

Horas más tarde el jefe comunal sería distinguido por la directiva del Club, en agradecimiento a su permanente apoyo brindado al Fútbol Joven.

En la cancha del Club Magallanes de Maule, Atilio y Rubens compartieron una clínica de fútbol con los niños de las divisiones inferiores del Club de Deportes Rangers, firmaron autógrafos, se tomaron fotografías y llenaron sus espíritus del cariño que les entregó un pueblo que los acoge en la memoria.

En nombre de la comuna de Maule, el jefe edilicio les rindió un merecido tributo, destacando su cercanía y sencillez que representan un ejemplo para las nuevas generaciones.

Para el “tigre” fue un fin de semana inolvidable “tengo muy lindos recuerdos de Talca, Rangers y su gente. Yo venía de Colo-Colo en donde teníamos de todo, pero aquí encontré un gran cariño. Siempre estoy pendiente de cómo le va al equipo”, dijo.

Atilio Herrera conformó junto a Juan Carlos Hernández una de las parejas de centrales más sólidas de aquella época.

En el ataque, brilló Rubens Nicola.

Fue un delantero incisivo y frontal, capaz de convocar a cientos de seguidores en aquellos partidos de día miércoles con llenos de 18 mil espectadores en el Estadio Fiscal “estoy muy emocionado. Siempre esperé regresar. Ahora me puedo morir tranquilo. Lanzo un desafío: si todos aportáramos con un ladrillo, podríamos ayudar a construir un Estadio para veinte mil personas que merece Rangers. Yo vivo en Cabo Frío, Brasil. Estoy dispuesto a gestionar un intercambio cultural entre ambas ciudades”, señaló.

Rubens Nicola luce hoy una frondosa barba blanca y el mismo entusiasmo que contagió a toda una ciudad.

Han pasado 32 años.

Pareciera la nada misma.

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