Finalizó ciclo de talleres para evitar agresiones a Bomberos

La iniciativa busca acercar la labor de los voluntarios a la comunidad y la idea es que se generen redes que permitan trabajar de forma conjunta ante las emergencias.

Un interesante proyecto que busca acercar la labor de Bomberos a la comunidad se está desarrollando en la población José Miguel Carrera de Talca, luego de algunos casos de agresiones a voluntarios que se han registrado en el sector norte de la capital regional.

Esta semana se efectuó el cierre de los talleres, que consistieron en cuatro jornadas donde se hizo un levantamiento de necesidades y se generó un nexo entre ambas partes para poder enfrentar los incendios de forma conjunta.

El proyecto, que es financiado por el Gobierno Regional del Maule y donde participa un equipo especializado de la Universidad de Talca, tiene dentro de sus productos finales la entrega de un protocolo para los voluntarios de la institución con el objetivo de que sepan cómo actuar en caso de agresiones.

El Comandante del Cuerpo de Bomberos de Talca, Cristián Rojas, comentó que “ha sido bastante buena la acogida de los vecinos, que nos han hecho hartas preguntas y nosotros les hemos dado consejos para que eviten una emergencia, que identifiquen las partes con mayor riesgo y les entregamos algunos tips para que mantengan cierta seguridad en sus viviendas”.

“La idea es que ellos sepan qué es lo que hace Bomberos: que no llega a apagar el incendio en sí, sino que a evitar la propagación de ese mismo para que no resulten más viviendas más afectadas”, agregó.

En cuanto a las agresiones sufridas, Rojas reconoció que “es por la misma efervescencia de la adrenalina que existe en el momento con las personas que están siendo afectadas”. “Es preocupante, por eso nosotros queremos trabajar en este proyecto para que la comunidad nos apoye en nuestra labor”, recalcó.

La presidenta de la junta de vecinos de la población José Miguel Carrera, María Henríquez, afirmó que el proyecto ha sido “muy importante y muy provechoso”. “Salió la idea de poder formar dos personas que puedan tener el contacto con Bomberos y explicar, por ejemplo, ‘aquí viven tantas personas y están todos afuera’. Formar un grupo de guardería para poder cuidar los enseres y que no se los roben. Saber dónde están los grifos y cómo llegar a las personas que están en estado de schock”, agregó.

La dirigente valoró el hecho de participar en esta iniciativa en la cual están trabajando para que no se repitan las agresiones a voluntarios. “Yo también me incendié. Y uno piensa que el bombero tiene que llegar al tiro. A uno le duele que se incendien sus cosas. Imagínate si llegan cuando la casa está quemada. Pero en estos cursos entendimos que ellos no son adivinos para saber que realmente hay un incendio o si el grifo está o no funcionando”, expresó.

La coordinadora del proyecto, Patricia Bravo, quien es integrante del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Talca, destacó que la importancia de esta iniciativa es que “los Bomberos van a tener un respaldo y van a saber qué hacer frente a las agresiones. La idea es que podamos conectar a las redes, tanto con Carabineros, con los vecinos y con los monitores que hemos creado”. Asimismo, resaltó “la relevancia de que la comunidad vea al bombero como una persona, que lo sienta más cercano, que era algo que estaba faltando”.

En enero se realizará un proceso de difusión a la comunidad mediante un “puerta a puerta” y la entrega de flyers y de imanes para pegar en los refrigeradores. Además, Bomberos pretende hacer un simulacro en el sector donde se apliquen todas las ideas que surgieron en los talleres.

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