Diputado Aguiló solicitará urgencia para nueva ley que crea la figura de "Donante Universal"

La donación de órganos es un tema que ha estado en la palestra durante mucho tiempo. Los chilenos hemos sido testigos del drama de muchas familias que claman por un órgano para sus hijos, esposos, esposas o padres enfermos. Historias llenas de esperanza y fortaleza que involucra a personas que necesitan de una parte de otro para seguir viviendo. Un corazón, un hígado o un riñón. Si bien suena un poco fuerte hablarlo de esta manera, la realidad es esa y así como se concreta en variados casos exitosos, también choca contra barreras infranqueables. La negativa de la familia del posible donador.

Realidad

Casos como el del pequeño Felipe Cruzat, que murió a la espera de un corazón son claros a la hora de presentar ante nuestros ojos que es lo que sucede respecto a este tema. En Chile, anualmente existen más de 1.000 personas que se encuentran en lista de espera de órganos para trasplantes. El problema se traduce en que el 20% de los pacientes que necesitan un trasplante mueren esperando un órgano. Si las cosas siguen tal como están, 200 personas van a morir por falta de un donante este año. Más de la mitad necesita un riñón y alrededor de trescientos un hígado, pulmón o corazón. Además de eso, se estima que hay unos 3.000 enfermos que requieren de un potencial donante y no lo saben o no están inscritos. Fue justamente esto lo que motivó a que el 11 de junio del 2003 un grupo de diputados de todas las bancadas propusieron un proyecto de ley que modifica la ley nº 19.451 sobre “Transplante y Donación de órganos”, creando la figura de Donante universal. “¿Qué significa esto? Que mediante la ley todos los chilenos pasemos a ser donantes de órganos salvo que hayamos tomado una decisión contraria, esto para mantener el ejercicio de la libertad de consciencia de cada individuo”, señaló el diputado Sergio Aguiló, quien también se hizo parte de este grupo.

Aguiló sostiene que la situación es crítica pues en los hospitales no se realizan transplantes por falta de donadores, principalmente por la figura jurídica que actualmente reina entre nosotros. “Todos los chilenos no somos donantes de órganos, salvo que expresamente al sacar carnet de identidad o renovar la licencia de conducir expresemos nuestra voluntad de serlo. Pero son muy pocos los chilenos que lo hacen por falta de consciencia, de difusión, por no ver la real importancia que el problema tiene, porque temores de distinta naturaleza involucrados”, dijo. A esto se suma el hecho de que no basta la voluntad de quien ha fallecido, pues el entorno de esta persona puede impugnar la decisión hecha en vida y simplemente negarse a cumplir la voluntad del potencial donante.

Teniendo en cuenta el tamaño de la población en Chile, debería haber unas 450 donaciones al año. Comparando los donantes efectivos, en consideración al año 2001, existe un descenso de 9%. Mientras el año pasado se contó con sólo 116 donantes efectivos, el antepasado se alcanzó 127 donaciones. De aprobarse esta ley, todo esto se revertiría.

Urgencia

“Hay otros países en el mundo que tienen donantes universales y han cambiado el sentido básico de esta decisión en la sociedad (…) Si tras aplicar esta nueva normativa en Chile, alguien no quisiera ser donante puede excusarse al momento de sacar su carnet de identidad, renovar el carnet de conducir, pasaporte o mediante una declaración frente a un notario”, dijo el diputado y agregó que este proyecto de ley está en la comisión de salud de la cámara desde esa oportunidad desde el mismísimo 2003. Respecto a esto, Aguiló sostiene que “mientras los mismos actores no nos convenzamos de la importancia de este proyecto de ley, no avanzaremos porque el ejecutivo no le ha puesto urgencia. Hay dudas respecto de la importancia de un proyecto de ley de esta naturaleza y yo espero que en los próximos días podamos tener una reunión con el ejecutivo y podamos ponerle urgencia y un avance efectivo a esta nueva normativa”, finalizó

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